Dieta y Lipedema: Mitos y realidades
El lipedema es una enfermedad crónica que se caracteriza por una acumulación anormal de grasa principalmente en la parte inferior del cuerpo, es decir, piernas y glúteos. Esta enfermedad afecta mayoritariamente a las mujeres y puede empeorar con el tiempo. Entre los principales síntomas que aparecen ante esta enfermedad son dolor, inflamación y una mayor tendencia a que se formen moretones.
Por desgracia, esta enfermedad no tiene ninguna cura, sin embargo, existen diferentes tratamientos para mejorar la calidad de vida de las personas que la padezcan. A lo largo de este artículo conoceremos algunos mitos y realidades de tratar esta enfermedad mediante la dieta.
Principales mitos de la dieta para tratar el lipedema
- La restricción calórica ayuda a reducir la grasa acumulada por esta enfermedad.
- El lipedema solo se presenta de una forma.
- La principal causa de esta enfermedad se debe a una mala alimentación.
- Lipedema y linfedema son la misma enfermedad.
- El lipedema es causado por el sobrepeso.
- Existe una dieta específica para tratar esta enfermedad.
Estes son los principales mitos acerca del lipedema, a continuación vamos a proceder a contar la verdad que hay detrás de cada uno de ellos:
La restricción calórica ayuda a reducir la grasa acumulada por esta enfermedad.
A diferencia de otras enfermedades como la obesidad, el lipedema no necesita de calorías para aumentar la grasa. Es decir, aunque limites la ingesta de calorías esta enfermedad seguirá mostrándose, por lo que no es práctico ni efectivo mantener una dieta restrictiva.
El lipedema solo se presenta de una forma
Esta enfermedad consta de 4 etapas, cada una de ellas tiene unas características determinadas;
- Etapa leve: Se pueden apreciar hoyuelos y desigualdades en la piel a medida que se van desarrollando los depósitos de grasa en la zona de los músculos y rodillas.
- Etapa moderada: Piel desigual en ambas piernas.
- Etapa grave: Las piernas ya contienen grandes cantidades de grasa a lo largo de las rodillas y de los muslos.
- Etapa avanzada: En esta etapa es habitual encontrar pliegues de piel y tejidos adiposos colgando del cuerpo, incluso en zonas menos habituales como brazos y torso, además de las piernas.
La principal causa de esta enfermedad se debe a una mala alimentación.
Como hemos mencionado al principio, el lipedema es una enfermedad crónica que no se saben las causas que la ocasionan. Por ello, mantener tanto una mala alimentación no es uno de los factores que la desencadenan.
El lipedema y el linfedema son la misma enfermedad.
Aunque ambas enfermedades presentan síntomas muy similares como la hinchazón o el dolor, son dos afecciones totalmente diferentes.
El lipedema suele afectar principalmente a los miembros inferiores, es decir piernas y glúteos y no varía durante todo el día. Puede mostrar una textura inusual en las zonas donde se acumula grasa que es similar a la de un grano de arroz o guisantes debajo de la piel.
Mientras que el linfedema solo afecta a manos y pies, su apariencia suele variar, siendo de un tamaño más pequeño por la mañana y más grande a medida que va avanzando el día.
El lipedema es causado por el sobrepeso
Como hemos mencionado, se desconocen las causas que provocan esta enfermedad. Sin embargo, se sabe que el lipedema es una afección crónica y progresiva de forma que puede empeorar con el tiempo. Se caracteriza por que la grasa que se encuentra debajo de la piel crece más de lo habitual en las extremidades inferiores, muslos y glúteos, pudiendo encontrar que estas zonas corporales tengan un tamaño mucho más grande que el resto de zonas corporales.
Existe una dieta específica para eliminar el lipedema
No, no hay ninguna dieta que consiga erradicar el lipedema, como hemos dicho, se trata de una enfermedad crónica, es decir, quien la tiene, la padecerá hasta su muerte. Sin embargo, si que hay determinados alimentos que permiten aliviar los síntomas, así como prevenir posibles complicaciones.
- Alimentos antiinflamatorios: Los alimentos ricos en Omega 3, como salmón, nueces, espinacas o el brócoli contribuyen a que se reduzca la inflamación.
- Reducir el consumo de sal: La sal puede contribuir a la retención de líquidos, por ese motivo se recomienda reducir su consumo.
- Estar hidratado: Beber abundante agua de forma periódica, es vital para mantener una hidratación adecuada, necesaria para mejorar la circulación y reducir la hinchazón.
- Evita los procesados: Este tipo de alimentos pueden contener altas cantidades de sal, así como otros aditivos que no son beneficiosos.
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