Grados de lipedema y tratamiento
El lipedema es una enfermedad progresiva caracterizada por el cúmulo de grasa patológica en diferentes partes del cuerpo, especialmente en las piernas, muslos y caderas. También puede afectar en algunas ocasiones a los brazos.
Éste consiste en la inflamación y proliferación de células grasas en el cuerpo, afectando al tejido adiposo. Se trata de una patología muy frecuente que afecta en su gran mayoría a las mujeres.
Su aparición no se debe a razones como un peso corporal elevado o el seguimiento de una dieta poco saludable. Además, a diferencia de otras enfermedades como la obesidad o el sobrepeso, esta enfermedad produce dolor y pesadez continuamente. Normalmente suele aparecer en la pubertad y va empeorando conforme la persona avanza la edad, especialmente en la menopausia o embarazo.
Entre las causas de su aparición figuran el aumento de peso, pero también puede deberse a ciertos trastornos hormonales como el hipotiroidismo o diabetes. Del mismo modo, la predisposición genética también contribuye a su desarrollo.
Sintomatología del lipedema
Como se mencionaba anteriormente, los síntomas de esta enfermedad van evolucionando conforme pasa el tiempo y la edad, empeorando en ciertos momentos claves del ciclo de la vida. Esto afecta al desarrollo de la enfermedad, que puede llegar a ser muy avanzada en poco tiempo.
Para identificarlo de manera correcta, es aconsejable conocer alguno de sus síntomas que explicamos a continuación:
- Hinchazón en las zonas afectadas, acompañada se sensaciones de presión y pesadez.
- Aumento de volumen de la zona afectada, ya sea piernas, muslos caderas, etc.
- Tejido subcutáneo duro, debido a las células de grasa concentradas
- Dolor y sensibilidad de la zonas o zonas afectadas
- Desproporción de la zona afectada en comparación con el resto del cuerpo
- Telangiectasias. Son señales en color rojo o azul que aparecen en la piel debido a la dilatación de los vasos sanguíneos.
- Disminución o pérdida de la elasticidad cutánea
- Aumento de la sensibilidad de la piel ante distintos estados de temperatura como el frio o el calor
En este punto es muy importante que si una persona nota alguno de estos síntomas, se someta a distintas pruebas médicas basadas en la exploración de la piel del paciente.
Grados de lipedema
Según la sintomatología del lipedema, éste puede clasificar en distintos grados:
- Grado 1: se trata de un nivel inicial, un estadio temprano, en el que la piel aparece lisa y aparentemente sana, pero el tejido celular subcutáneo esta engrosado y comienzan a notarse pequeños nódulos de grasa. Normalmente, a pesar de ser un estadio no muy avanzado, el paciente ya puede experimentar cansancio y pesadez en la zona afectada, y dolor cuando se presiona la piel.
- Grado 2: en esta fase comienzan a aparecer más nódulos de grasa, la piel ya no es lisa, sino que su superficie es irregular y dura. El dolor suele aumentar considerablemente. Se presenta un gran avance en la gravedad de esta enfermedad.
- Grado 3: aquí nos encontramos en un estadio avanzado en el que la acumulación de grasa en la zona o zonas afectadas es muy notable. La piel en estos casos está mas abultada y es más sensible ante el dolor y el tacto. El paciente puede experimentar problemas de movilidad, debido al dolor, la presión y pesadez de las zonas afectadas.
Normalmente, en la mayoría de los casos el lipedema comienza a darse en las caderas y muslos, afectando después a miembros inferiores como las pantorrillas y tobillos. En otros casos, suele comenzar por los miembros inferiores, es decir, pantorrillas y tobillos.
Diagnóstico y tratamiento del lipedema
El diagnóstico de esta afección generalmente se lleva a cabo mediante la evaluación y exploración clínica del paciente que la sufre. Del mismo modo se produce una evaluación de la historia médica del mismo, para tener en cuenta todos los posibles factores causantes del lipedema. Además, se puede llevar a cabo una exploración a través de imágenes.
Para tratar sus síntomas se suele llevar a cabo la técnica de lipomesoplastia. Ésta consiste en aplicar medicación en la capa grasa de la piel. Los medicamentos administrados contienen antiinflamatorios que favorecen y mejoran la circulación, así como la activación del metabolismo. Esta técnica no es una cirugía, pero obtiene grandes resultados, permitiendo una disminución del volumen de la zona afectada.
Además de esta técnica es necesario llevar a cabo una dieta antiinflamatoria. Lo recomendable es que el paciente retire el gluten de su dieta, así como aquellos alimentos que puedan crear intolerancias, como los que contienen lactosa.
Conseguir resultados gracias a un correcto tratamiento puede ser posible, mejorando la calidad de vida del paciente. Es por eso por lo que si crees o sabes que sufres esta afección, es necesario contar con los mejores profesionales. Contacta con nuestro equipo de especialistas para concertar una primera cita en nuestra clínica. Ellos te proporcionarán una información detallada y personalizada.
